Por Flo Straso
Primera parte: Procastiné
Hace demasiado tiempo que intento reactivar mi blog y escribir este artículo, y reconozco que la demora viene de la propia procrastinación. No pude publicar nada por estar haciendo lo que critico: usando en exceso las redes sociales, callando mi voz por el ruido de escuchar tantas otras. Pero llegó el momento.
De un tiempo a esta parte, la IA avanzó como ninguna. Las tendencias que se anunciaron en el pasado pusieron quinta: todo se aceleró y estamos yendo al palo no sabemos a dónde. En ese ansioso avance, arrojo estas palabras, para reflexionar un poco sobre lo que nos pasa e intentar ser contemporáneos de uno mismo, aunque sea difícil.
II La post pandemia y la autogestión
Alexandra Cohan habló en La Cruda de los síntomas generalizados que tienen sus pacientes en la actualidad: cansancio. De qué, de nada en especial, de todo a la vez. “Es que somos autogestivos” reflexiona y la verdad que sí. Pagamos nuestros impuestos, contratamos nuestros seguros, hacemos filas virtuales, y todo conlleva cierto estrés extra porque no estamos seguros sino hasta el final de haber hecho lo correcto para cumplir nuestro objetivo.
Al final, esto de ser autogestivos y emprendedores (¿la prezarización disfrazada de cool?) no es solo en lo laboral, si no que aplica a todo: mantener la energía eléctrica sin cortar, las alacenas llenas y la vida social asegurada, para que Afip o Arca no nos cobren intereses, para sentirnos a salvo psicológicamente, y para todo: autogestión. Un poco agotador, ¿verdad?
III El ocio y el consumo
La psiquiatra y autora del libro "Generación Dopamina", Anna Lembke, explica cómo en el presente somos más adictos que nunca a la dopamina, ese neurotransmisor que nos da placer, momentáneamente… porque ella explica cómo placer y dolor son dos vértices de una misma cosa. Y me vas a decir que no lo entendés… Si todo lo que nos da placer tiene -ahí no más- su potencial de dolor (el scrolleo, el amor, la joda, etc).
También Estanislao lo dice en este podcast: la dopamina está relacionada al placer de lo instantáneo y encuentra su expresión visceral en el consumo. Compras online, eternos scrolleos por videos que no recordamos ni a los cinco minutos, y una leve sensación de Y ahora qué después de obtener eso que “tanto” queríamos.
Anna Lembke profundiza más al respecto y nos enciende una luz de alarma: en el pasado, la jornada laboral era de 12 horas promedio, en el presente es de ocho y para el futuro se proyecta una reducción significativa. ¡Excelente! dirás. Pero se sospecha que este aumento de tiempo libre no necesariamente será para uno mismo, si no para el consumo. Pasamos tanto tiempo ocupados tratando de ser infelices que al final estamos más infelices que nunca, dice Lembke. Estamos bombardeados.
IV Ser guardianes del ocio
Guardián, guardiana es una persona que guarda algo y que cuida de ello. ¿Vos cómo cuidás tu ocio? El uso de celulares transformó nuestras vidas al punto tal de que no podemos vivir sin ellos… antes otorgábamos datos demográficos y ahora le damos tantos datos que una máquina puede calcular nuestra personalidad en cuatro segundos.
Somos el meme del niño subido al árbol buscando wifi, pero al revés: buscamos descansar del wifi, huyendo, como adictos que somos: “Desconectar para conectar” le dicen ahora. Hasta bajamos apps en el celular para recordarnos descansar de él mismo.
En fin. No hay una respuesta, pero sí un impulso de volver a habitar esos espacios no instagrameables, las amistades, la naturaleza, la lectura, el borde de una pile, las notificaciones desactivadas, el paseo con mascotas, el deporte. Habitar la nada y escuchar el ruido interno, sin tratar de imponerse ni de registrarlo todo.
Porque, como dice Annie Dillard, “la forma en que uno pasa sus días es la forma en que uno pasa la vida”. ¿Cómo pasas tus días?
Te invito a compartirlo con quien quieras o dejar en comentarios tu reflexión si te resuena.
*Artículo no escrito con IA.
Comentarios
Publicar un comentario