Posverdad, infodemia y fake news: ¿De qué estás hablando, Willis?

¿Alguna vez sentiste angustia y estrés por las noticias o perdiste mucho aceite en una discusión? La sobreabundancia de información que ataca las emociones y no distingue lo cierto de lo falso, está siendo. Para entender un poco más este complejo proceso, hablaremos de posverdad, infodemia y fake news. ¡Allá vamos!

Por: @FloStraso

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Por @Flo Straso

En la actualidad, nos atraviesan fenómenos y sucesos que no conocemos del todo -porque están siendo- y es difícil ser contemporáneos del propio tiempo. Todas las personas somos testigo de la comunicación moderna y sus efectos colaterales, la pérdida de valor de la palabra autorizada, las noticias de mentira, las cadenas de WhatsApp, la opinología... Esto tiene una explicación. Vamos por partes, dijo Jack.

¿Consumos problemáticos?
Los canales por los que recibimos información se multiplicaron infinitamente; los medios de comunicación tradicionales se vieron desplazados por los digitales y por las redes sociales (aunque la tv siga primera en el podio con el 63% del consumo, seguida por las redes que alcanzaron el 40% en poco tiempo).
Seas o no nativo digital o millennial (término que hace referencia a quienes alcanzaron su vida adulta con el uso de la tecnología e Internet), la llegada e instalación de la tecnología es innegable. Más aún en tiempos de pandemia: la consultora argentina etiquetAR asegura que durante la cuarentena, el uso de WhatsApp aumentó en un 144%; las videoconferencias o llamadas reuniones virtuales crecieron en un 430%; el uso de redes sociales también creció y las plataformas de vídeos como Netflix, tuvieron picos de uso de hasta el 70 %.
Sí, estamos hiperconectados y estaría bueno ser responsables en nuestros consumos y usos (como todo en la vida, también con la información y la tecnología). Lamentablemente, no viene en el manual de instrucciones las contraindicaciones de la hiperconectividad. Por eso, te regalo este ensayo que busca situarnos en el peculiar aquí y ahora que estamos viviendo.

Welcome to the Posverdad
Es un término que no tiene ni diez años y es donde estamos parados. Mentira emotiva es su sinónimo y hace referencia a la distorsión intencional de algunas capas de la realidad para manipular las emociones, y por ende, manipularte a vos y a la opinión pública. ¿Cómo reconocerla? Identificando aquellos discursos que se dirigen a las emociones y no a los hechos concretos, tales como: impresionante, violento, peligroso, etc.
En 2018, Guadalupe Nogués sacó Una guía de supervivencia en tiempo de posverdad (con El Gato y La Caja) que es mi principal material de consulta. Ella afirma que la posverdad es muy compleja porque una vez que se instala, es muy difícil desinstalarla. Se arraiga -cual mamífero a la teta- al sistema de creencias de la persona y abanicamos nuestros opiniones que no siempre tienen fundamentos; pues la opinión no es fundamento (andá a decirselo a los comentaristas de las redes). 
El sistema de creencias es lo que opinamos de nosotros mismos, de la vida y de los de más; está compuesto por nuestros valores e ideologías, son los lentes con los que miramos la realidad. A veces, sólo creemos lo que nos conviene creer, no importa si lo que se dice es verdad o no: “Algo que aparenta ser verdad, es más importante que la propia verdad”, anuncia Nogués. Actualmente, no sorprende que los hechos, las evidencias y las pruebas mucho no importen; una vez que hacen eco en el sistema de creencias la posverdad ya hizo de las suyas.
Esto acarrea graves consecuencias: ignorancia, opinología, peleas. La indiferencia ante la distinción de lo falso y lo cierto está siendo.


Como la posverdad es tirana, alimenta emociones negativas, principalmente el miedo y el enojo. Así nos manipula, nos mantiene a un lado o al otro de la grieta; y como dice el meme, nos hace invertir más pasión en lo que odiamos que en lo que nos gusta. A continuación, terminología súper útil de la Guía de Nogués:

• Principio de asimetría disparante: asegura que la cantidad necesaria para refutar tonterías, es un orden de magnitud mayor que la necesaria para generarlas.
• Invertir la carga de la prueba: la responsabilidad de probar que algo es de determinada manera y no de otra, debería estar en probar que uno tiene razón en lo que dice y no en que los demás prueben que uno no tiene razón.
• Razonamiento motivado: lo que creemos, cambia la evidencia que aceptamos (en vez de que la evidencia cambie lo que creemos).
• Sesgo de confirmación: implica seleccionar, de un conjunto de hechos, aquellos que sustentan nuestra postura previa y excluir a los demás.
• Dunninkrugesplaning: cuando una persona sin conocimientos le explica a un experto cómo son las cosas, debido únicamente a la esquiva relación que hay entre la confianza que tenemos en nuestras opiniones y la competencia real que tenemos para opinar.

Con este compendio básico de posverdad, ya podemos adentrarnos en el nuevo apartado. Allá vamos.

Infodemia
El sufijo "-demia" significa "enfermedades humanas" y procede del griego "dem" que significa "pueblo". Por extensión, indica enfermedades que padece el pueblo. Según la Organización Mundial de la Salud, la infodemia es la sobreabundancia de información falsa y poco rigurosa, y su rápida propagación entre las personas y los medios. Es un mal que nos acecha como sociedad y corre a mayor velocidad que el coronavirus (diría Alberto Fernández).
¿Dónde se manifiesta? En el exceso indiscriminado de noticias que no nos deja diferenciar lo cierto de lo falso, y en aquellas noticias poco confiables/maliciosas que aumentan el pánico, instalan discusiones falsas, atacan las emociones, alimentan la angustia y promueven conductas incorrectas (todo muy posverdad, ¿no?).
Esa sobreabundancia se traduce en un exceso, y como estamos atorados de información, no chequeamos ni comprobamos las fuentes. Ahí ocurre la tiranía: sin tiempo, sin ganas y sin conducta de chequear la información... Algunos se aprovechan e instalan noticias falsas; y otros podemos convertirnos en cómplices al reproducirlas o compartirlas.

Fake news
A esta altura, el panorama es desalentador pero se asoman herramientas para revertir la situación. El término fake news (noticias falsas) es muy joven y hace referencia a aquellas noticias de mentira que circulan por cualquiera de los canales informativos. ¡Está lleno, son una plaga!; hasta existen portales que las crean y difunden, aprovechándose de nuestros ojos vagos que a veces sólo leen el titular (y ahí se estampan, haciendo eco en nuestras creencias). 

Por eso, te propongo una serie de tips para que puedas identificarlas y ser mejor persona. Se recomienda tener lápiz y papel, y repetir la rutina las veces que sea necesario. Siempre prestale atención a:

• Autor: ¿Quién firma la nota? ¿Esa persona es real, existe? Si no está firmada (ni siquiera por la Redacción del medio), sospechá profundamente.
• Fuentes: son la materia prima. La noticia, ¿las cita?, ¿qué fuentes son? Chequealas. Priorizá aquellas fuentes oficiales (de los mismos municipios y gobiernos provinciales, nacionales o instituciones) y confirmá que aparezcan en los portales de noticias más reconocidos. 
• Títulos: las noticias falsas suelen tener títulos muy/demasiado llamativos, que apelan directamente a la emoción. Si contiene frases fuertes, mal escritas, con exceso de signos de exclamación, probablemente sea falsa.
• Fecha: revisá la fecha de la noticia ¡por favor! ¿Es actual? Muchas veces, las personas -sin malas intenciones- comparten una noticia que es vieja e instalan una discusión basada en algo que ya pasó.
• Dominio web: revisá que la dirección de Internet donde se aloja la noticia sea real y seria. También su terminación: si es de Argentina será .ar; sino, sepamos que es de otros paises: cl Chile, es España, br Brasil, etc.

Cree su propio plan informativo:

La receta está lista; chequeando los datos básicos ya sabrás si es una noticia verdadera o falsa. La lucha contra la posverdad no es tan complicada como parece, pero tenemos que aprender a vivir con ella. Es mejor si ejercemos nuestra autonomía y, como hacemos con la alimentación, elaboramos una rutina. Algunos consejos: 

• Evitá estar todo el día expuesto al noticiero. Elegí dos momentos al día para informarte y luego ponte a hacer otra cosa (música, limpieza, orden, recreación). Estar en compañía todo el día del mismo canal puede resultar angustiante.
• Elijamos informarnos con noticieros o portales serios que respeten el uso de fuentes (confiables, verdaderas, oficiales).
• Tomémonos un minuto para pensar y sospechar si el contenido es real o no (remitirse a los tips). No compartas el contenido al instante (sobretodo por WhatsApp).

Estas recomendaciones son pequeñas acciones que están al alcance de cualquiera. Seamos responsables al momento de informarnos e informar a otros; tengamos cuidado con lo que reenviamos, megusteamos y compartimos; no creamos todo lo que vemos.

Si bien posverdad, infodemia y fake news no son lo mismo, se relacionan, pues son parte de un compendio que describe el mundo actual, la incidencia de los medios y las redes, y su impacto en nuestras relaciones y cosmovisiones. Para cerrar, parafraseo a Nogués cuando dice que es necesario distinguir a la persona de sus ideas: “Las personas merecen respeto, las ideas no: deberíamos poder ponerlas a prueba sin que eso amenace la persona”.
Y no se olviden que sobre la ignorancia sólo se puede construir mas posverdad. ¡Vamos mis valientes, no se olviden del principio de asimetría disparante y cuidensé!

Fuentes:

• Una guía de supervivencia en tiempo de posverdad, Guadalupe Nogués, El Gato y La Caja (2018).
• Secretaría de la Conectividad de la provincia de Córdoba.