El 80 % de las personas que navegan en la web tiene redes sociales. Si sos una de ellas, este artículo es para vos. Te comparto información sobre la noción de identidad digital que es clave para entender esta nueva revolución industrial, impulsada por la transformación digital.
#información #virgo #cuarentena #orden #millennial
Por @Flo Straso
Sin lugar a dudas, vivimos en la era de la transformación digital y la tecnología nos constituye. El término GROUNDSWELL existe desde 2009 para definir al fenómeno social por el que las personas utilizan la tecnología para intercambiar lo que necesitan y cubrir sus necesidades, sin recurrir a entidades tradicionales como las empresas. Nos declaramos en la nueva revolución industrial, la 4.0. Somos seres digitalizados y tenemos que hacernos cargo.
El inicio de esta nos remonta al ‘89, con el nacimiento de la Word Wide Web -la triple doblevé- creada por el científico Tim Berners Lee. A principios del 2000, la Web 2.0 cambia la bocha para siempre con su modalidad de contenidos colaborativos generados por las personas usuarias. Acto seguido, aparecieron las redes sociales, cuya cronología se da así: en el 2003 myspace y LinkedIn, en el 2004 Facebook, en el 2005 YouTube y en el 2006 Twitter e Instagram. Para el 2010, casi todis teníamos alguna de estas redes, sobre todo Facebook.
La identidad digital
Esta noción hace referencia a lo que mostramos en nuestras redes y se compone de nuestros posteos y nuestras interacciones con la comunidad virtual: me gusta, compartidos, comentarios, seguidos. Algunas más, otros menos, llevamos años existiendo en las redes y, por ende, el historial de contenido generado es gigante (aún no siendo usuarixs mega activos). Sobre ese contenido te propongo volver, ordenarlo, y tener tu versión actualizada aún también en el espacio digital, puesto que no somos las mismas personas que hace años atrás.
Para despertar conciencia, hay que pensar que todos nuestros contenidos permanecen en el tiempo (quedan registrados, almacenados y visibles) y no entienden de fronteras territoriales. Cualquier persona que nos googlee puede acceder a gran cantidad de datos otorgados por nosotrxs mismos, sobre-exposición de personas cercanas y de entornos íntimos en nuestras fotos, relaciones de parentesco, situación sentimental, gustos, etc. La acción de otorgar esos datos debe ser voluntaria, no accidental, y para eso se necesita responsabilidad.
¡Manos a la obra!
Por lo general, cada persona posee más de una red social. Cabe recordar que cada plataforma persigue sus propios objetivos y que no es necesario tener a las mismas personas en todas las redes, puesto que no todas sirven para lo mismo. Facebook es la red social más utilizada por los usuarios de todas las edades y de todo el mundo, y es la que más información nuestra posee: actualizá tus perfiles de forma más segura. Por su parte, LinkedIn es la red social profesional por excelencia, Instagram se vale de buenas fotos y videos, y Twiter del tiempo real.
Sobre estas bases te propongo volver para limpiar y reacondicionar tus redes acorde al 2020. Puede llevarte alrededor de una semana y culminará con espacios actualizados y seguros para vos, con un bonustrack de algoritmos mareados y felices. Allá vamos.
1. Evaluá los contenidos visuales que subiste hacia atrás en cada plataforma: anda al perfil de cada red y entra a fotos. Recomiendo empezar con Facebook y eliminar aquellas que no te representen ni interesen o cambiar la configuración de pública o Amigos a privada, de forma tal que sólo la verás vos y te quedará como un recuerdo. Desde tu perfil, en fotos que apareces, tendrás para hacer dulce. Eliminá etiquetas, eliminá fotos, sacalas de las redes y hace su copia de seguridad en la nube. Aprendé cómo hacerlo con Google fotos.
2. Priorizá los contenidos evergreen: posteos e imágenes que tengan sentido a pesar del paso del tiempo, que sigan vigentes y no envejezcan. Por supuesto, la contracara de este ítem implica borrar aquellos posteos situados y dependientes de una fecha y un momento histórico, como así también las etiquetas que otros nos hicieron y que al día de la fecha tal vínculo está obsoleto y marchito. Hay que dirigirse a “Fotos en las que apareces” en Facebook y al ícono de una persona en foto en el perfil de nuestro Instagram. No te olvides de configurar las etiquetas para el futuro.
3. Revisá las configuraciones: la mayoría de las redes poseen las configuraciones en los extremos superiores derechos o representados por una tuerca o un engranaje. Ahí encontramos información básica de nosotros y nuestro vínculo con la comunidad: podemos tener cuentas públicas (vistas por cualquiera), privadas (vistas por personas que aprobamos que nos vean) o personalizadas (aquellas que combinan lo privado y lo público). Recomiendo esta última, en donde cada cual adapta a sus intereses la forma en la que los demás acceden a su información.
4. Actualizá tus seguidos: para limpiar Facebook, anda a tu perfil, luego a Más y entra a Me gusta. Ahí vas a encontrar muchísimas páginas a las que le diste me gusta y que probablemente hoy no existan o no acuerdes con más de la mitad. Entrá al listado y andá destilando aquellas que ya fueron. En Instagram, los seguidos se limpian desde el mismo feed, tocando los tres puntitos a la derecha superior de la publicación y dejando de seguir. Esta limpieza repercutirá positivamente en tus inicios, mostrándote información variada. Si alguien te tiene hartx pero no te da dejar de seguir, puedes silenciar sus publicaciones en Insta o tomarte un descanso en Facebook.
5. Vaciá y elimina tu email y tus WhatsApp: la información basura no es sólo potestad de las redes más famosas, sino que nuestra casilla de mails y de whatsapp está que arde de porquería. En WhatsApp, eliminá o vaciá aquellos chat que no contienen información importante (incluso en grupos), seleccioná como favoritos aquellos mensajes clave y a lo otro, borrar. En el email, eliminá aquellos mensajes de promociones o newsletters que no tiene ningún sentido contengas y cancelá las suscripciones que sean necesarias. Pensá que ambas plataformas son una biblioteca de datos para vos y que requiere de cierto orden de vez en cuando (como la biblioteca física).
Pensate a largo plazo
Somos criaturas de la big data, de la analítica, del Internet: parlantes, electrodomésticos, celulares, computadores, relojes, todo conectado al wi-fi. ¡La cuarta revolución industrial ya llegó! Nos alfabeticemos, nos formemos, mejoremos.
Nunca es tarde para limpiar y ordenar las redes. Para facilitar esa tarea, voy a sacar varios artículos abordando el tema con consejos y recomendaciones. Realmente es un bagaje de información enorme del cual, antes o después, vamos a hacernos cargo. Pensemos que hace pocos años existe la web colaborativa tal como la conocemos y que hay billones de usuarixs habitándola, por eso: responsabilidad. Mantenela, hacete el hábito, sacá contenido que no te represente ni te interese y elimina aquellas cuentas que no utilices. Reducí basura acá también.
¡Hasta la próxima!
Comentarios
Publicar un comentario